Cuando el miedo nos limita

Excusas.

Una buena coartada para no generar un cambio en tu vida

Hay muchas maneras de “mirar para otro lado” para no hacernos cargo de nuestra propia vida y echar la culpa de todo lo que nos pasa a los demás. Esta manera de actuar es el camino más fácil y conocido, porque también es una tendencia muy común en el ser humano para evitar salir de la zona de confort.

¿Qué es la zona de confort?

En la zona de confort, lo tenemos todo controlado: sabemos lo que tenemos, lo que creemos que va a pasar y lo que no queremos que pase. Nos sentimos seguros y protegidos. Y sobre todo exentos de cualquier peligro. Nos sentimos cómodos y tranquilos.

Pero a la vez, hay algo en esta actitud que no nos hace sentir bien. Sentimos una insatisfacción y un miedo que nos paraliza. Todo lo que hacemos está dentro de una rutina conocida, que nos gustaría romper pero que no lo hacemos. Nos sentimos protegidos. Tenemos miedo al cambio.

A la vez, esta actitud tiñe de cierta tristeza todos los días de nuestra vida. Vivimos dentro de una “autoprotección” que nunca nos dejará saber lo que podría pasar si hiciéramos un cambio. Qué nuevas oportunidades nos daría la vida.

Las excusas más comunes

Lo primero y lo más fácil es pensar: “si tuviera más tiempo”, “si no trabajara todo el día”, “si tuviera más dinero”, “ya no tengo edad para pensar en esas cosas”.

Las excusas intentan, en primer lugar auto convencernos de ese mensaje limitante, para no hacer nada, y a la vez no sentirnos mal. “Quiero hacerlo pero no puedo”

El “no puedo” como excusa, es un pretexto para no llevar a cabo lo que nos da miedo, nos atemoriza por desconocido. Y es la mejor manera de cercenar las oportunidades que pueden generar los cambios y el movimiento en tu vida.

¿Qué efecto producen las excusas en tu vida?

Las excusas nos hacen quedarnos en una actitud pasiva y son trampas a nosotros mismos. Y a pesar de que nos “autoprotegen”, producen un efecto rebote: nos sentimos mal por no poder hacer lo que nos gustaría. La consecuencia inmediata es que nos desvaloricemos, nos maltratemos psicológicamente. Es como un efecto boomerang sobre nuestra autoestima.