Problemas de pareja, se puede hablar sin discutir

 

¿Se puede ser una buena pareja y discrepar?

Tener una buena relación no significa no tener problemas de pareja. De hecho, es mucho más sano y enriquecedor que la pareja sea un ámbito donde el otro nos aporte otro punto de vista, que complemente, que agregue, que nos dé otra forma de ver la vida, otra manera de enfrentarnos a un problema, en la que ni siquiera habíamos pensado.

Dentro de los límites del respeto, y en el marco del cariño o del amor, una relación sana, es la que puede confrontar, sin miedo a romperse. Este es uno de los pilares de la solidez de una pareja, en la que la individualidad no se pierde, pero tiene la necesaria apertura y flexibilidad para saber escuchar. Y si no acordamos con lo que oímos, al menos no pretender que el otro necesariamente está loco, tú siempre diciendo lo mismo, ya sabía yo lo que ibas a decir, y no hay manera de que lo entiendas. Y ya vamos mal, pero que muy mal.

¿Qué significa saber discutir?

A veces sentimos que la palabra “discusión” va cargada de mal rollo. Pues sí, a veces, desde luego que sí. Pero no siempre. Todo depende de los matices. Y subrayemos matices, porque en este asunto de las palabras, los tonos y las intenciones, los matices son muy relevantes.

¿Qué puedo tener en cuenta para no acabar peor que antes de la discusión?

– Encontrar el momento, sabiendo que la noche, cuando estamos cansados, el whattsapp o el coche, es lo primero a descartar.

– Luego, el tono. Nunca hablar en caliente, esperar a estar calmados y con serenidad. Ya verás como el tono es muy diferente.

– Y por último, las palabras que usas:

No acuses: porque tú siempre… , eres tu el/la que…, o dímelo tú que lo sabes todo. Dí mejor: yo pienso que…., yo querría hablar contigo…, he pensado que…, yo siento que…. Habla de lo que te pasa a ti, de lo que sientes tú. Así abrirás la puerta a que el otro haga lo mismo. Y no transformes lo que puede ser un diálogo en una lista de acusaciones. Lo primero que hará el otro será defenderse y, probablemente, devolver la acusación con otras de igual calibre. Y es muy difícil salir de ese círculo vicioso que no conduce sino al desgaste, a la incomprensión y al dolor.

No intentes tener siempre razón. No intentes convencer. No ningunees la opinión del otro. El o ella, es tan adulto como tú, pero es diferente. Acepta que es diferente, acepta que tu pareja tiene otra lógica y otra historia, que le hace ver la vida desde otro ángulo, opinar diferente y sentir de otra manera.

No exageres: tú siempre, tal cosa… tú nunca, tal otra. Siempre y nunca, ¿es verdad? O es sólo a veces.

No dejes al otro con la palabra en la boca: contigo no se puede hablar…, será mejor que lo dejemos… Esto habla más de tu incapacidad para llevar la conversación a buen término.

No compares: eres igual que… Intenta buscar argumentos dentro tuyo, que tengan que ver con la pareja. Esto es una cuestión de dos. No te escudes en los demás.

Desde Centre Balmes te podemos ayudar con nuestras terapias de pareja donde se tratarán los temas relacionados con la vida en pareja.

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