¿Qué es la frustración?
La frustración, es un sentimiento, una de las respuestas emocionales que peor nos hacen sentir. ¿Por qué? Porque es lo que manifestamos cuando un deseo, un plan, un proyecto, una expectativa, no se cumplen, o no se cumplen de la manera que pensábamos. En otras palabras, es una expectativa insatisfecha. Y el sentimiento que genera puede ser muy negativo, de acuerdo a cómo logremos encajar el resultado.
La frustración, con todos los sentimientos que nos genera, es totalmente normal. Lo importante es analizar esos sentimientos, entenderlos y obtener un beneficio. Si, un beneficio.
¿Qué sentimos cuando estamos frustrados?
Los sentimientos negativos que genera son muchos: la impotencia, el miedo a volver a intentarlo, el miedo a fracasar, la desvalorización por el “yo no puedo”, y ya tenemos el círculo vicioso, porque la frustración aumenta. La sensación de injusticia, del “por qué yo”, la rabia y el enfado, la resignación y la tristeza.
¿Es posible superar la frustración?
Y con todos estos sentimientos, no es fácil pensar que también puede tener una cara positiva ¿Cómo lo puedes manejar? En primer lugar, reconociendo cómo te sientes, darte cuenta y decirlo. Y sin sentirte mal por eso. Este es el primer paso y el más importante, el que te permitirá avanzar. ¿Hacia dónde? Hacia otra visión de las cosas, otra visión de ti mismo, y otra manera de decodificar lo que para ti es un fracaso.
Todo fracaso, es una oportunidad, si consideramos que el camino por el que pensábamos ir se nos ha cerrado, de momento, pues tomaremos otro, tendremos nuevas expectativas y se nos presentarán otros retos. Medítalo un momento: Nada de lo que nos sucede es en vano. Todo lo que nos pasa, pasa para conocernos. Conocer nuestro potencial y nuestras limitaciones. Y cuanto más te conozcas, te harás más fuerte. Más afán de superarte, y más resistencia. El reto es aceptar la frustración y convertirla en afán de superación, fortaleza y resistencia.